Tu hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo: filtra toxinas, regula el metabolismo, almacena vitaminas y ayuda a digerir las grasas.
Sin embargo, cuando empieza a fallar, las señales no siempre son evidentes.
A veces el daño hepático avanza lentamente y se manifiesta con síntomas tan raros que la mayoría de la gente ni siquiera los relaciona con el hígado.
Aquí te mostramos las señales más extrañas y silenciosas que podrían indicar un problema hepático. 👇
😴 1. Cansancio constante sin motivo aparente
Si duermes bien pero te sientes agotado todo el día, podría ser una señal de sobrecarga hepática.
Cuando el hígado no logra filtrar correctamente las toxinas, éstas se acumulan en la sangre y provocan fatiga crónica, somnolencia y lentitud mental.
👉 No siempre es estrés: tu cuerpo podría estar pidiendo una limpieza interna.
😬 2. Picazón en la piel sin causa visible
Una de las señales menos conocidas del daño hepático es la comezón generalizada, especialmente en las palmas y plantas de los pies.
Esto ocurre porque la bilis se acumula bajo la piel, liberando sales biliares irritantes.
Si la picazón aparece sin erupciones visibles, no la ignores: puede ser un aviso de que el hígado está sobrecargado.
😕 3. Cambios en el color de la orina o las heces
El hígado produce bilis, que da color a las heces.
Si notas que tu orina se vuelve oscura (como té) o las heces se aclaran, es posible que la bilis no esté fluyendo correctamente.
Esto puede deberse a inflamación o bloqueo de los conductos biliares.
💡 También es común notar olor más fuerte o persistente al orinar.
😵 4. Náuseas, pérdida de apetito o sensación de pesadez
Cuando el hígado se inflama, la digestión se vuelve más lenta.
El exceso de grasa o alcohol puede provocar náuseas frecuentes, acidez, gases o pérdida del apetito.
Sentir “una piedra” en la parte derecha del abdomen, justo debajo de las costillas, es una señal clásica de alerta hepática.